Desde que vi la casa que finalmente compramos, supe que iba a ser una casa especial. Irradiaba algo para mi especial. Empezamos a habitarla y también a invitar a nuestros amigos.
Cuando invitamos a Carlos a nuestra nueva casa, al entrar dijo: Yo estuve en este mismo edificio. Al abrir la puerta a nuestra unidad agrego: y en este mismo departamento. Vine a estudiar con Fulano. (Pareja de la dueña anterior).
Al tiempo un grupo de estudio al que yo pertenecía, vino a casa para preparar un trabajo, uno de ellos dijo exactamente lo mismo que Carlos, al que por supuesto no conocía. (Autor: Cati Garcia)
Muchos de nosotros hemos experimentado alguna vez,esos momentos en que los que inexplicablemente nos encontramos conectados a otros, por obra de lo que algunos llaman " casualidad" o azar, y otros, sincronicidad o coincidencias significativas. Nos referimos a esos encuentros, que tal vez, podrìamos animarnos a llamar "reencuentros" o " citas no programadas", con quienes necesitàbamos, debìamos o querìamos encontrarnos.
miércoles, 27 de abril de 2011
Mi casa y la de otros...
Un apellido dando vueltas...
Con mi colega B.Botbol, trabajamos en la UTI de una clínica de Capital Federal. Ya le había preguntado años atrás al conocernos si no conocía a una tal M. Botbol, quien fue compañera del secundario. Ella pregunto en su familia y le llego el dato que podía ser un pariente lejano, pero no estaban seguros. Cuando nos presentamos al jefe de servicio de los fines de semana de esta clínica, Dr. X Fernandez, le pregunta a mi amiga sinoconocía a M. Botbol, era su ex esposa quien vivia en España.(Autor: Cati Garcia)
viernes, 22 de abril de 2011
la corbata, encuentro con el padre lejos
1) Soy español y vine a la Argentina hace mas de 50 años. Cuando hacía 3 meses que estaba en Buenos Aires, conseguí trabajo en una agencia de autos. En ese momento el dueño Don Perfecto López se encontraba paseando por España. Cuando regresa me pide inventariar mercaderia y yo observo que llevaba puesta una corbata muy parecida a las que vendia mi padre. Al hablar de España, me dijo que el habia ido a Chantada, y en una tienda había comprado esa corbata, un serñor mu atento y amable que tenía dos hijos en Buenos Aires, me invito a comer a su casa y todo. Un señor muy amable, al que llamaban el Isla de Cuba.(por el nombre del negocio) Don Perfecto, le dije, ese señor es mi padre. Me miro y me dijo: Puedes estar contento de ser su hijo.
(Autor: Celestino Iglesias.)
2) Después de 50 años, volví a España con mi mujer. Visitmos una quinta en la localidad de Marín, que había sido de mi padre. En el lugar no había más de 20 casas. Nos encontramos una señora con pañuelo en la cabeza (bien gallega) y nos pregunta de donde veníamos, le decimos de Buenos Aires, y nos cuenta que tiene una hermana viviendo en Rivadavia. Supusimos que era la localidad de Rivadavia, y nos aclara que se trataba de una Avenida de la capital. Nos dice Avda. Rivadavia 2955, 6to. B.(esta dirección es inventada) nos miramos con mi señora, es el mimos edifico donde vive la tía Negra y el tío Alberto. (tíos de mi mujer).
(Autor: Celestino Iglesias)
Encuentros que marcan destinos
Queridos Amigos, resulta que la foto que ven es de mi amiga Jakie cuando era bebe. A mi amiga, a quien adoro, la conoci recien a mis 13 años y desde ese momento estamos entrelazadas. Una tarde de entonces en su cuarto viendo fotos miro con detenimiento esta en particular, sacada un dia tal vez un poco nublado, en la Bristol, de Mar del Plata. Me llamo la atencion especialmente la pareja que se encuentra atras de jakie bebita , sentados, charlando: nada más y nada menos que mi TIA NEGRA Y MI TIO ALBERTO!!!!!
Facinantes encuentros, casualidades, azar.... desde entonces la guardo, porque siempre pense que estabamos cerca desde antes de conocernos.
Los invito a que me manden historias de casualidades, de esas que decimos la vida es un pañuelo y siempre nos encontramos en la misma esquina.
Facinantes encuentros, casualidades, azar.... desde entonces la guardo, porque siempre pense que estabamos cerca desde antes de conocernos.
Los invito a que me manden historias de casualidades, de esas que decimos la vida es un pañuelo y siempre nos encontramos en la misma esquina.
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