jueves, 11 de octubre de 2012

Un cita no programada


Eugenia D, flamante psicòloga, decide irse a vivir con su amiga M.
 
Entusiasmadas eligen su departamento, y deciden "invitar" a su padre, a que le eche un vistazo, por las dudas se les haya pasado alguna humedad o algùn vicio oculto.
 
Carlos D, el papà, acepta presuroso la invitaciòn; siente que es una oportunidad para conocer màs de cerca a esta amiga, con la que su hija ha decidio compartir su dìa a dìa.
 
Lo disimula bien, pero està preocupado. M no es una amiga de la infancia, tampoco de la Facultad, es decir, no es alguien que èl " conoce bien". No sabe nada de su familia.....
 
Cuando llega al lugar, las jòvenes se apresuran a mostrarle el departamento y sòlo a vuelo de pàjaro, le informan que en la cocina, està la mamà de M.
 
Carlos, consultor de empresas y ademàs, un perfecto caballero, entiende que no puede darse a la tarea de la recorrida, sin antes saludar a la mamà de la amiga de su hija.
 
Las chicas, un poco ruborizadas, reconocen la falta de sutileza en la que han incurrido y la subsanan ràpidamente, indicàndole la direcciòn hacia la cocina.
 
Cuando Carlos traspasa la puerta vaivèn, no puede creer lo que ven sus ojos:
 
_ ¿Julia, sos vos la mamà de M?
_ ¡Carlos!¿ Què hacès acà?
_ Y...Yo soy el papà de Eugenia.
 
PD: Julia es una cliente de la consultora de Carlos, con la que hace sòlo apenas unas horas, ha estado reunido por cuestiones de trabajo, sin saber ninguno de los dos, que una actividad pròxima en la agenda de ambos, iba a coincidir en dìa y hora, para compartir un evento tan significativo para ambos.
 
Y vos, ¿que pensàs?
 
Atenciòn: Alejandra A por gentileza de Carlos D.
 





Inesperado encuentro (¿ o reencuentro?) en Florencia

Abril de 2012, Florencia, Italia

Gustavo A, Gustavo G y Ezequiel, llevan caminando horas por las calles de Florencia. Todavìa estàn excitados por la creatividad y la belleza de que han podido ser testigos en la Feria de Diseño de Milàn.
 
Mientras Gustavo G y Ezequiel continùan su frenètica exploraciòn de museos y arquitectura local, Gustavo A, decide que es hora de parar. Al fin y al cabo, èl ya ha hecho estos recorridos en oportunidad de otros viajes.
 
Decide seguir su deseo y detenerse. Mira a su alrededor y entre los variados y pintorescos bares que se le ofrecen a la vista, elige uno, se sienta mirando al sur y pide uno de los tantos cafès que con deleite, viene saboreando desde su llegada a la " Bella Italia".
 
Con la mirada perdida, se relaja y disfruta el momento. De repente, su vista se cruza con la de una señora que con gran excitaciòn y alboroto, le hace señas, desde el mismo bar, aunque desde la otra punta del local.

Su corazòn parece salìrsele del pecho ante la sorpresa, todavìa no consigue procesar la bendiciòn de la feliz coincidencia que està experimentando. Entretanto, Marita ( la señora alborozada) ha alcanzado la distancia suficiente como para fundirse con èl en un cariñoso abrazo.

¡Sigue sin poder creerlo! Son Marita, Omar y sus tres hijos, sus amigos de toda la vida, sus coprovincianos de Lobos, su compañero en el Grupo de Estudio , con el que se ha encontrado hace menos de un mes, sin mencionar ninguno, los sendos proyectos de viaje, ni la fecha, ni el recorrido programado.

Sin embargo, por esas azarosas coordinaciones del universo, Gustavo A. obtuvo un merecido premio a su decisiòn de detenerse: se viò bendecido por el càlido abrazo y el derroche de cariño, que recibiò al encontrar a sus caros amigos.

¿ Casualidad? ¿Sincronicidad?¿ Coincidencia significativa? o como dice Cortàzar:


"Andábamos sin buscarnos

pero sabiendo que andábamos

para encontrarnos"

     

¿Què opinàs vos?

Atenciòn: Alejandra A por gentileza de Gustavo A, Marita y Omar P.
 
 
 


¿Cómo podía saberlo si yo nunca se lo dije?

En un clase de teatro, dos alumnas de distintos grupos que no se conocian con anterioridad, reciben la consigna de preparar juntas una IMPROVISACION.
Antes de comenzar la dramatización, se ponen de acuerdo en sólo los aspectos básicos del argumento a desarrollar y acuerdan que seràn dos amigas de la adolescencia, que hace 30 años que no se ven y se encuentran "por casualidad" en la calle. Una de ellas, guarda un preciado secreto: se casó con el ex novio de la otra, aunque èsta nunca llegò a saberlo.
 
Comienza la dramatización y en un momento una le pregunta a la otra:
_¿Te casaste?
_ Si pero contame de vos ( le dice tratando de evitar que se acerque a su tan bien guardado secreto)
_Yo no me casé. Pero...Contame màs ¿Con quién te casaste vos?
No pudiendo evadir más la respuesta, contesta:
-Con Alberto Sánchez.
 
Cuando escucha esta respuesta, su amiga de ficciòn,  reacciona con una inesperada e intensa angustia.Los espectadores, celebran el realismo y dramatismo logrado en la escena, pero al poco tiempo se dan cuenta de que la angustia de la actriz no es simulada. Es muy real. Intentan contenerla y cuando pueden calmarla, le preguntan què la hizo reaccionar asì.
 
Ella- todavìa abrumada- contesta:
Alberto Sánchez, era mi marido. Murió hace dos meses.
¿ Cómo podía ella saberlo, si yo nunca se lo dije?

¿Y vos que opinàs?

Atenciòn: Liliana M